CARIES (3ª parte)

LA DIETA CARIOGÉNICA.

El origen de cariogenicidad de este tipo de alimentos se debe a:

Su adhesividad, al permanecer más tiempo sobre la pieza dental facilita su metabolización por las bacterias. (Chicles, masticables, turrones,…).

Su consistencia, un alimento duro y fibroso como la manzana, el apio, la zanahoria, … ejerce una acción detergente sobre la pieza dental, al contrario que uno blando.

El tamaño de la partícula, los alimentos formados por partículas de tamaño pequeño tienen una mayor probabilidad de quedar retenidos en surcos y fisuras que los de gran tamaño.

El momento del consumo, el riesgo es mayor si se come entre comidas sin lavarse los dientes que si se hace durante ellas, porque durante las comidas se produce más saliva y lo variado de la alimentación obliga a un aumento de los movimientos musculares de mejillas, labios y lengua con lo que se acelera la eliminación de residuos.

La frecuencia, mientras más veces al día se tomen alimentos ricos en hidratos de carbono, especialmente refinados, mayor será el potencial cariogénico de éstos. Lo cual no significa que haya que saltarse comidas, lo ideal sigue siendo cinco al día, pero evitando hidratos de carbono refinados en los momentos en que no podamos lavarnos los dientes inmediatamente después, y sustituyéndolos por otros más adecuados.